Inmaculada Madre, Santa María de Guadalupe, Salud de los Enfermos, en tus manos de Enfermera Celestial, que curaron a Juan Bernardino, y nos trajeron un Río de Luz, de Vida y Salud, pongo mi fe, mi esperanza y todos mis sufrimientos, para que los unas a la Pasión de tu Hijo Jesucristo, como medio de salvación para mí y para mis hermanos. Desde este momento acepto todo lo que el Corazón Sagrado de tu Hijo me envíe. Quiero completar en mi vida lo que falta a su Pasión Redentora. Confío en que me darás fuerza y cuánto necesito para encontrar mi salud moral, y también mi salud física, si fuera para Gloria de Dios y verdadero bien mío. Amén.
Santa María de Guadalupe, Salud de los Enfermos: Ruega por nosotros.